Poemas

Abajo incluímos varios poemas que nos han publicado en diferentes plataformas o antologías. 

I. Inéditos

Sílabo (II) [English below]

(para/con Alice)

qué triste el mundo donde no hay espacio para la excentricidad,
y los chicos
juegan al fútbol
como les enseñan.

el universo
en resaca,
echado a un lado.
Ya ni nos pide que lo observemos

No quieres escuchar,
pero se ríen nerviosos.

Sería divertido si no fuera triste,
y el cansancio en la sabana te arropara hasta mañana siempre

Colorado Springs – 2014

Syllabus (II)

(to/with Alice)

how sad this world where there is no place for the eccentric
the kids play soccer
exactly as they are taught

the universe
hungover
cornered
doesn’t even bother to ask to be observed.

You don’t want to listen
but they are laughing, nervously, at you

It would be funny, if it was not sad
and the weariness in the bed sheets would forever wrap you till tomorrow

Colorado Springs 2014

II. Poemas incluídos en Melanie Pérez Ortiz (compilación y prólogo). LosAntologíaPoesiaPR prosaicos dioses de hoy: Poetas Puertorriqueños de lo que va del siglo. San Juan: La Secta de los Perros, 2014

Cuestiones caninas

Mis amigos tienen que detenerse un momento. Dejen de tener hijos, dejen de casarse, dejen de conseguirse nuevos trabajos, dejen de viajar, dejen de hacer nuevos amigos, dejen de escribir libros nuevos cuando todavía no he terminado de leer los anteriores, dejen de estar tristes o alegres por razones que yo desconozco, dejen de enamorarse de desconocidos, dejen de salir del clóset para entrar en otro (quédense en el mismo clóset al menos!), dejen de dejar de ser marxistas, psicoanalistas, independentistas, deconstruccionistas, anarquistas para ser alguna otra cosa, dejen de comparar muebles nuevos (eso me confunde y me desorienta mucho!!) y dejen de morir sus gatos y rescatar gatos nuevos, dejen de aprender a cocinar los que no cocinaban y dejen de volverse vegetarianos los que comían carne, dejen de sustituir el baloncesto por la yoga, no se corten los dreadlocks, no dejen de fumar pasto, y los que fumaban pasto dejen de sustituir el pasto por el perico (eso hace daño!), dejen de meterse drogas que yo no conozco o métanselas conmigo, y dejen de empezar a ir al doctor (ya es tarde, jodedores!), dejen de hacer revoluciones en las que yo no puedo participar, dejen lo de ser kamikazes para otro día, otro día que nos podamos morir juntos, déjenlo para otro día cuando todo lo que hemos hecho juntos encaje en el engranaje maquínico y eficiente que hemos construido, dejen de hacerme la misma pregunta que me hicieron la última vez que hablamos por teléfono, pero no dejen de repetirse, porque yo soy como su perro, y a los perros nos gusta la repetición, necesitamos la repetición, sólo accedemos a los vuelos inesperados por medio de la repetición, que sin ella, sin ella nos sentimos perdidos, dispersos le ladramos a los autos si bien no sabemos que hacer cuando uno se nos cuadra en frente… y sobretodo, dejen de leer a Rancière…

North Carolina – 2014

Sílabo

profesar es el nombre del juego
es un perverso desenrollo de bellaquería,
me dice Alice, como quien me acusa y luego se ríe,
yo no le creo, pero los disfruto a ellos, mucho
y ¿a quién le importa si demasiado?,
que no me jodan, uno no se tiene que avergonzar de eso
pero luego,
hormiga que regurgita kropotkiana,
uno piensa en lo que se digiere a medias,
y luego se comparte,
ellos comen de ahí,
y en el proceso de convertir en mierda lo que regurgito,
lo cambian.
me interesa esa otra materia orgánica,
como los que dicen que los hijos se cagan,
Alice continúa, y me dice que está convencida
de que su gato ha desarrollado el síndrome de Estocolmo,
eso lo explica todo, le digo,
pero quién sabe,
hay tantas maneras de interpretar los pensamientos felinos,
entonces se cruza el ángel que huye de los pitufos
difuminados en la luz
que no nos pertenece
que te perversa, mi Alice,
y así se marchan los que nunca aterrizaron,
se atenaza lo que responde a otros tiempos,
profesar es el nombre del juego…

Bayamón – 2012

Hoy no llega

yo quiero chingar con un tigo,
anárquicamente colectivizado,
y hay quien dice
que mi sexo es democrático y populista,
y que te amo cuando dejas de ser tú
en otra isla de guano testada que va quedando
aunque ni las islas comparan
al mar cuando se me cae de
estos bolsillos rotos y malcriados.

y siempre se nos va la vida en eso
en el idiota y en el héroe,
en el ensayo que practico a diario,
que no en la poesía selectiva.

aliento de fuga que se ahuma,
hoy no llegaron mis amigos
con el six pac de cerveza
y las moñitas de pasto.
no llegó Alicia con sus tortugas,
ni Alfredo con un pedazo de pan recién horneado
y a quién le importa que la vida se vaya?
que se vaya, que se pasee y aprenda otros idiomas.

porque hoy no viene mal tomarme
un descanso de la vida,
y que me habiten los tuses.
que mañana coincidan todos
y nos vayamos de fiesta
a donde los pájaros
vuelan sus viajes de ácidos
y las caras se despiertan
sin mirarse en los espejos
ondulados que voy dejando atrás

 New York – 2011

III. De Los poemas de Alfred Dust (Princeton, 2007)DSC01521

2

 

Tengo una hortensia vestida
De general en mi cama

Sí, mi generala
No, mi generala.

Una geometría sexada
Bordear círculos en los círculos,
Engrasamiento de comisuras,
Crece la lengua vertebrada…
y salsa.

Princeton – 2006

3

escucho la voz erizada en la piel.
a vos con voz de cables,
entre celulares y fantasmas,
en la distancia de lo inmaterial.
y ordena, llama,
truena, hace.
yo nazco de tu voz de máquina.
soy electricidad contenida
que espera prolongada
la artificialidad de un momento,
el instante en el que surge el impulso,
la autoridad de tu tacto cibernético.

eres
el imperio inmaterial en la soledad de la ducha.
suena tu máquina.
“fuera de la ducha, Trilcinea,
aquí no puedes estar.”
no estás.

“en la ducha sonará
la insurgencia del jabón
pero esa no es cuestión
que interese al celular.”
silencio!!… la máquina va a dar a luz
un sonido de metal.
las noches temen los alumbramientos
como las resacas, la compañía.

salir de mi cama y caminar.
ver la disciplinada biblioteca
que se expande en un silencio gótico.
la resistencia a entrar es mi última resistencia.
me resisto a entrar.
sentarme en el banco de Faulkner mientras
prendo un cigarrillo de simulada
melancolía.
mis impulsos se vuelven resistencias
peuple de Paris   no pasarán don’t give it up.
este espacio que se me pega en el cuerpo.
a veces no distingo su opresiva
emboscada, de mi piel.
emboscada de mi piel.
el bosque de mi piel.
emboscada piel,
embosca mi piel.

lugares monásticos que también están
hechos de los cables de la que no está.
impulso y control
tentación y resistencia
que salen de su ausencia recurrente,
de su presencia mediatizada
de sus prótesis de revenant.

mirar a Trilcinea en mi cama blanca
verla estirarse como una gata
verla desaparecer
no mojar la madelaine en el té,
o hacerlo voluntariamente.
querer verla y desaparecerla
ser cómplice y disidente
de su imperialismo tecnócrata,
de la inundación de su pensamiento.
quiero por lo que nunca quise
lo que nunca quise que precede mi quiero.
querer lo que no me está permitido no querer.

¿será posible el baño?
suelto a ella mis perros
yo también tengo ejércitos armados
soy el espectro recurrente
de un cazador cazado

moverme, caminar,
no pensar, pensar menos,
reducir la rabia, respirar,
volver a casa, sin nada que hacer.
ver círculos deprimidos,
máquinas imaginadas,
tentaciones de saturno,
la seducción de un cuarto
propio, tuyo, propio,
inexplicado, pero
creado por mis labios.
la técnica ajena de la soledad.
la forma precisa de la autoridad.
y entre las esferas
alejarme de mí.

presiento un verbo en imperativo.
todo queda en espera.
la suspensión tiembla bajo mi oreja,
visos de elucubraciones,
procrastinaciones arduas.
¡espera!

pero hay subversiones a esa orden,
las siento moverse.
lo que siempre está por suceder, y no sucede.
en mi espalda llevo un cuchillo.
escondido en su traje hay una pistola.
¡silencio… la tierra va a dar a luz un árbol.

de lo que no es ella
hay algo que no soy yo
y que en la noche se esconde en mi armario.
sonidos ratones que rumorean
en las tuberías que
se esconden en el cemento
y hacen su tic, tic, tic, ¿tac?

de las paredes, sale un duende lunar,
que con sospechosa benevolencia
se muestra comprensivo.
de sus palabras surge algo nuevo.

“Para los que se paran en su cabeza,
el cielo es un abismo”.

Madrid – 2006

(Leído en Poetry is busy / Viejo San Juan – 2007)

5 

Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay

Alejandra Pizarnik

A veces me traspasa y se hace más ágil.
Es un saltamontes que,
lluvia de bloques en la retaguardia,
avanza entre risas.
Nunca siguiéndole el paso,
gota que es bloque,
bloque que agota,
me canso y me paro
y descanso y casi hasta respiro.

Con los bloques también diluvian
conjunciones
pero
y
o
y hasta las más complejas
no obstante
sin embargo
a pesar
pero no hay matices
en la brincadera del
Saltamontes versátil,
Saltamontes payaso,
que esquiva bloques y conjunciones.

Punta de bloque
lluvia con polvo
saltamontes empolvado

Y entre medio de las distancias relativas
de humaredas de polvos lunares,
tormentas de párpados interrumpidos,
se cuece la tortuga inversátil,
inversada, aversada de tanto bloque,
que de tanto polvo nunca diferencia
entre bloque y polvo, que de tanto
salto apenas mueve los párpados.

Se me confunden las alegorías en la distancia.
Hay dos.
Distancia del vacío, buena.
Distancia autoritaria, mala.

A veces son espacios continuos,
Otras, son proximidades,
casi alejamientos.

¿Cuál es el vacío entre bloque y bloque
cuando hay tanto polvo?
Tanto polvo que sólo quedan
distancias en el sonido.

Música diabólica.

Que tu amor es el imperio que te aleja.

Princeton 2008 

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